domingo, 19 de julio de 2009

MI COLUMNA VA

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EN OAXACA, UNA CASA PARA EL JAZZ
Oscar Javier Martínez


Ubicada en los terrenos que algún día pertenecieron a la Institución del Oratorio de San Felipe Neri, en la esquina de las calles de Porfirio Díaz y Morelos, la Casa de la Ciudad se ha convertido, desde su fundación, en uno de los recintos más animados de la cultura, el arte, el urbanismo y la protección al patrimonio edificado. En sus muros alberga también a la Biblioteca Henestrosa, que reúne 60 mil volúmenes listos para consulta pública.

Además de la vocación para la que fueron creadas, ambas instituciones regularmente auspician eventos culturales de la más diversa índole: performances, presentaciones de libros, talleres, intervenciones, música, charlas, seminarios. Con el paso del tiempo, y debido a la seriedad con la que se trabaja, la Casa de la Ciudad y la Biblioteca Henestrosa se han convertido en obligadas referencias para el atento espectador, pero también para artistas independientes, promotores, organismos culturales y todo aquél que desee poner en marcha una idea creativa.

Hablando en jazz, he de decir que los entusiastas del género hemos encontrado una grata acogida en la Biblioteca Henestrosa. Gracias al buen ánimo de su director, Fredy Aguilar, el recinto recibe regularmente eventos relacionados con esta música. Haciendo un poco de historia, recuerdo que uno de los primeros conciertos que organizamos allí fue con el dueto del saxofonista mexicano Alejandro Campos y el pianista alemán Martin High de Prime. Esto fue más o menos en el año 2004. Un par de años después, en el marco de las celebraciones por el décimo aniversario del programa “Noches de Jazz”, se presentó el “Catálogo casi razonado del jazz en México”, compilado por el periodista Antonio Malacara. Se organizaron más conciertos y se inició el ciclo denominado “Jazz en el Cine”, que proyecto algunos de los filmes más representativos del género como Round Midnight, Bird, Mo’ Better Blues, Calle 54 y varios más. El ciclo continuó en los años subsiguientes y amenaza con volver muy pronto. Valente Plascencia, entusiasta promotor y patrón del café La Nueva Babel, organizó hace algunos años conciertos y talleres en colaboración con las instituciones, en los que destacó la participación del pianista Irving Flores.

En este 2009 la Casa y la Biblioteca vuelven a ser casa para el jazz; animado por el guitarrista Julio García, ha comenzado ya un ciclo de cine y jazz en el que han sido programados diversos grupos locales. El primer concierto se llevó a cabo el pasado 4 de julio con la participación del cuarteto de Miguel Samperio y la proyección –inconclusa- de un documental sobre John Coltrane. El ciclo continua este sábado con el grupo Tripanosoma y la proyección de un concierto con dos de los más grandes guitarristas de la historia: John Scofield y Pat Metheny. Los dos últimos conciertos del ciclo se celebrarán los días 1º de agosto con Isóceles Jazz en vivo y la proyección de un concierto de Dave Holland, y el sábado 8 de agosto, con la presencia de Quimono Nu Electro Jazz y la proyección de una actuación del trompetista francés Erick Truffaz. Excelente iniciativa, aunque habría que pedirle a los organizadores mejor planeación, a fin de no tener que recortar las proyecciones o los conciertos.

Para redondear esta primera temporada llena de jazz en la Casa, el próximo jueves 23 de julio el trío del bajista xalapeño Lucio Sánchez ofrecerá un concierto que servirá a su vez para hacer la presentación en sociedad del programa de radio “El Sexto Continente”. La emisión es una producción de la Fundación “Alfredo Harp Helú Oaxaca”, que de esta manera contribuye al desarrollo de la escena y al crecimiento del público que sigue y persigue las manifestaciones del jazz en nuestra ciudad.

Decíamos en una entrega anterior que ningún esfuerzo encaminado al desarrollo del jazz en Oaxaca es estéril. Lo realizado por la Casa de la Ciudad y la Biblioteca Henestrosa ha sido de gran importancia, y se suma a los esfuerzos de empresarios que regularmente ofrecen un espacio a los músicos y ofertas de calidad al público en sus clubes. Se suma también a los eventos impulsados por las instituciones oficiales que de repente parecen entusiasmarse con este asunto del jazz, aunque el entusiasmo les dure poco. Por estos días se habla de la realización del ciclo denominado “Noches de Vino y Jazz”, organizado por el Museo del Ferrocarril mexicano del Sur y que cumpliría en este 2009 con su tercera edición. Aún no hay nada en concreto pero deseamos que con el concurso del Ayuntamiento de la ciudad, el ciclo pueda llevarse a cabo y de esta manera empiece a consolidarse y a tener continuidad -¡por fin!- un Festival en nuestra ciudad.

Felicitaciones a la Casa de la Ciudad y la Biblioteca Henestrosa por ser la perfecta guarida para quienes acostumbramos reunirnos en torno al sincopado ritmo. Seguiremos vibrando, cobijados por esas piedras centenarias, con esta música que es sinónimo de noche, de aventura y de libertad.

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