sábado, 31 de julio de 2010

MI COLUMNA SEMANAL


Aquí está mi columna semanal que se publica los sábados en el diario "Despertar". También aprovecho para informarles que están listas las actualizaciones para esta semana. Chequen las distintas secciones.

SONORA PARED
LIBROS SINCOPADOS
Primera parte



De unos 15 años a la fecha la bibliografía sobre el jazz traducida al español se ha vuelto muy extensa y variada. Textos de divulgación, catálogos fotográficos, biografías y discografías comienzan a inundar las estanterías de un apartado que no hace mucho lucía más bien desolador. A la par de los textos cuya intención es abarcar el fenómeno del jazz como un todo, poco a poco comienzan a aparecer los registros sobre la impronta que el género ha dejado en las músicas regionales y en los creadores de muy diversas nacionalidades. Además se ha añadido un fenómeno interesante: la publicación de libros sobre jazz escritos ya no solamente por críticos o músicos, sino por académicos, lo que le ha añadido rigor al análisis e investigación sobre los muy diversos tópicos que la cultura del jazz ofrece.


Pero como en todo, existen los pioneros, y en el caso de los libros sobre jazz no podemos dejar de señalar los siguientes ejemplos.


Sin duda el primer gran volumen sobre el género, su historia, estilos y figuras principales es “El jazz” del investigador alemán Joachim E. Berendt, traducido y editado por primera vez en 1962 por el Fondo de Cultura Económica. El libro fue publicado originalmente en 1959 y el maestro Berendt lo fue actualizando con el paso del tiempo, añadiendo nuevos contenidos y análisis sobre la historia del jazz que siempre está en constante ebullición. Este libro se convirtió en texto de cabecera para los incipientes promotores, locutores, críticos y presentadores de habla hispana que sin piedad y por generaciones han (¿hemos, kimosabi?) asaltado pasajes completos para citarlos como propios.


Otro libro importante, aunque menos conocido es “El Jazz, sus raíces y su desarrollo”, del músico e investigador norteamericano Gunther Schuller, editado originalmente en inglés por Oxford University Press N.Y. en 1968 y luego en español por Editorial Víctor Lerú de Buenos Aires diez años después. En este volumen el autor hace un profundo análisis sobre el origen del jazz desde el punto de vista meramente musical, deteniéndose sobre todo en los elementos inherentes al género: el ritmo, la armonía, la melodía, el timbre y la improvisación. Su marco de investigación abarca desde finales del siglo XIX hasta comienzos de la década de los años 30 del siglo XX, resultando de ello un panorama muy claro sobre los años del origen y la consolidación del jazz como la gran música que es hoy.


No podemos dejar de citar, en el caso de nuestro país, un muy curioso textito escrito por Eduardo del Río, el gran Rius, quien en 1984 publicó su “Guía incompleta del jazz” y con su estilo característico acercó la cultura del género a una joven generación que no se iba a parar a los conciertos ni por error, y mucho menos le querían entrar a leer libros “serios”. Aunque con algunas inexactitudes y sin hacer mención al jazz mexicano, el librito de Rius gozó de cabal salud y fue reeditado en el año 2001 si ningún añadido o corrección, lo cual hubiera sido una buena idea.


En 1994 apareció en el mercado un libro de divulgación, publicado a todo color, con fotos impresionantes, cuadros comparativos, biografías, una selecta discografía y un somero análisis sobre los instrumentos principales. El libro fue escrito por el inglés John Fordham, su título original es “Jazz Encyclopedia” y en México se llamó simplemente “Jazz”. Lo publicó editorial Diana y significó un avance en cuanto al acercamiento con la cultura por parte de jóvenes músicos y fanáticos, ávidos por obtener información fresca y en español, un poco hartos de descifrar los contenidos de la revista Down Beat, ocultos entre páginas y páginas de anuncios comerciales. El prólogo del libro de Fordham fue escrito por el gran saxofonista Sonny Rollins y en una parte del mismo reza:


“Ojalá pudiera describir qué se siente al tocar jazz. Baste con decir que no existe nada comparable a la euforia que produce el reto de la improvisación. A veces, en medio de una actuación realmente buena, mi mente conecta de un modo imperceptible el piloto automático y de pronto me doy cuenta de que el espíritu del jazz, por así llamarlo, ha invadido mi cuerpo y elige por mí la idea, la frase, la nota adecuada y cuando debo tocarla. Es una experiencia espiritual muy profunda.”


Seguramente hay más libros que antecedieron al boom de finales de los años noventa, pero me parece que estos que hoy comento fueron fundamentales porque cada uno aportó elementos para que todo aquel interesado en el jazz pudiera comprender cabalmente su profundidad y su riqueza. En otra parte del prólogo Sonny Rollins recuerda: “Mi generación no pudo acceder a nada parecido. Cuando éramos adolescentes teníamos que conformarnos con encontrar lo que podíamos, donde y cuando podíamos, (…) hasta que llegamos a una edad en la que nos admitían en los clubes nocturnos. (…) Pero incluso antes de ser lo suficientemente mayor (…) el jazz ya formaba parte de mi vida. No era sólo la música, sino la sensación de verdad y bondad que encarnaba, una manera de hacer sonreír a la gente y de llevar calor al espíritu…”


Hoy tenemos Internet, clases en línea, libros traducidos a nuestro idioma y publicados en nuestros países, revistas, miles de discos nuevos y reediciones de clásicos cada año, programas de radio y televisión, conciertos y festivales. Con todo ello, y a pesar de todo ello, el jazz sigue siendo una experiencia íntima, un diálogo interior, una emoción contenida. Como dijo el gran Rollins: una experiencia espiritual muy profunda.


Y esa experiencia es la que deseo que cada uno de ustedes viva algún día…


No hay comentarios:

Publicar un comentario