sábado, 28 de abril de 2012

MONTERREY


Estoy en Monterrey, ciudad de enormes contrastes; ciudad bulliciosa y palpitante. Vine aquí invitado por Oscar "Zenzei" González (http://www.oscarjazz.mx) para participar en el San Pedro Arte Fest; un festival que reúne en un mes más de ciento cincuenta eventos, entre ellos un ciclo de jazz que presenta charlas, master class y concierto con artistas locales, nacionales e internacionales.
La calidaz de los regiomontanos fue evidente desde que el fotógrafo Alberto Barrera pasó por mí al aeropuerto; en cuestión de minutos charlábamos como viejos amigos mientras en el estéreo sonaba la música del saxofonista mexicano Juan Alzate y el auto serpenteaba por la ribera del Santa Catarina rumbo al hotel.



La sede del festival es un pequeño municipio conurbado a Monterrey que se llama San Pedro Garza García. Para quienes no lo sepan se trata del municipio más rico del país, según estadísticas. San Pedro tiene unos 122,000 habitantes y es parte del área metropolitana de la capital de Nuevo León, Monterrey.  En 2005, el Consejo Nacional de Población lo ubicó como uno de los 51 municipios con menos índice de marginación, y según el Banco Mundial,  su Producto Interno Bruto per cápita promedio anual es de 26,540 dólares, contra los 7,130 dólares promedio del país. En la actualidad es gobernado por Mauricio Fernández Garza, polémico desde el inicio de su mandato, cuando declaró que se tomaría atribuciones fuera de su competencia para combatir los problemas de su localidad, entre ellos el crimen organizado.

En el primer día de mi estancia tuve la oportunidad de reencontrarme con "Zenzei" y verlo tocar al lado del flautista inglés Paul Cheneour. La música producida por estos dos maestros en el pequeño recinto de la casa de la cultura escapó de fronteras y etiquetas; improvisació  en combustión que provocó en el público una respuesta primero silenciosa y después muy entusiasta. El resto de la banda estuvo a la altura del reto, Javier Garagarza en batería, Azael Escobedo en bajo y Oscar Sandoval en piano. Esa misa noche y a la misma hora tres jóvenes de la escena local mostraban sus temas originales al público que abarrotaba la plaza central. Roger Nuncio en batería, Roberto Verástegui en piano eléctrico y Pablo González en bajo nos mostraron los temas de su disco debut, próximo a editarse. Como invitado tuvieron al guitarrista Pavel Cal, quien tiene ya varios años andando en los ámbitos del jazz.
La noche terminó con una cena en el Barrio Antiguo, extrañamente desierto en fin de semana. Oscar me cuenta que en esa zona era imposible caminar entre los miles de noctámbulos que atestaban los más de cien bares, cantinas y antros que abrían hasta la madrugada en una fiesta interminable. Hoy casi todos los locales han cerrado y es difícil encontrar una cenaduría abierta pasadas las diez de la noche. Una combinación de violencia, crimen organizado e ingobernabilidad han echado el cerrojo a uno de los espacios tradicionales más vivos de la orgullosa metrópoli.
Una charla en el bar del hotel con Paul Cheneour y alberto pusieron el colofón a una noche llena de jazz, encuentros y reencuentros. mañana sábado continúa el Festival y yo estaré aquí para cronicarlo. 


 Paul Cheneour, flautista




1 comentario:

  1. Es una ciudad muy linda que no todos tienen la suerte de conocer. Hay muchos hoteles en monterrey muy variados, hay hotels, albergues, hoteles 5 estrellas, etc. espero que se dinfunda mas el turismo hacia alla porque en muchos países no conocen de que se trata este lugar. Saludos

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