Ha muerto el gran Ornette Coleman.
Su legado, su inabarcable obra, queda para la posteridad, para ser redescubierta, estudiada, escudriñada y deconstruida. Pero sobre todo para ser objeto irradiador, piedra de toque, punto de partida.
Ornette fue un gran melodista, extraordinario improvisador, compositor exquisito, multiinstrumentista de excepción. Poliédrico personaje a quien no podremos nunca encapsular.
Sirvan estos programas solamente para rendir tributo a una vida entregada por completo al arte y la creación. Esperamos que los disfruten.
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