Dos versiones para una misma idea. Primero una entrevista para el portal de noticias Bopspots (http://bopspots.com/2017/11/30/a-oaxaca-le-encanta-el-jazz/) y luego un texto ampliado para el suplemento Cronos del diario local El Tiempo. A que les dejo el texto para su consideración.
MIL NOCHES PARA EL JAZZ
Apuntes y reflexiones sobre la labor de
un periodista musical[1]
Oscar Javier Martínez
1
Me pregunta la periodista e investigadora Estefanía Romero
sobre las mil emisiones de mi programa El Sexto Continente[2], que
se cumplieron la noche de este jueves 30 de noviembre. Estefanía es una joven
periodista e investigadora que conocí en la cobertura que hice del 8º Festival
Internacional JazzUV el pasado mes de octubre. Su trabajo es impecable,
realizado con rigor y pulcritud y que viene a refrescar las formas de realizar
periodismo sobre el género. Así pues, recibo de su parte un puñado de
preguntas, la primera de las cuales inquiere: ¿A Oaxaca le gusta el jazz?

En todo este tiempo nunca hubo muchos conciertos de jazz en la ciudad. Ha habido temporadas en que ciertos bares programan a músicos de jazz, pero luego pasa la moda y el improvisado escenario, casi siempre mal iluminado y pésimamente sonorizado es cedido a la trova, la salsa o el reggae. ¿Festivales? ninguno consolidado (¿Es el de Mazunte un festival de Jazz?) ¿Políticas públicas que apoyen mínimamente al jazz y sus hacedores? cero. Y sin embargo sí que hay un público constante que escucha música en distintos medios y plataformas, que está atento y responde siempre de manera abierta y generosa.
¿Y qué es lo más cool
del jazz en Oaxaca? me inquiere la joven periodista e investigadora. La
pregunta me hace sonreír y no dudo ni un momento para contestarle: sus
personajes. En Oaxaca no existe una escena del jazz como tal, existen músicos
que hacen jazz y de pronto existen lugares que se interesan por el jazz (aunque
la mayor parte de las veces el interés es por todos los motivos, menos los
musicales). En Oaxaca tuvimos a un Jorge Fernando Hernández, fundador del Grupo
de Jazz de la Universidad; trompetista y pianista, compositor, actor, bohemio y
trasnochador; nuestro “mito local”, muerto prematuramente, quien acuñó la
expresión Yope Power con la que
bautizó a su postrer banda. Como él existieron y existen grandes músicos que
están por ahí dando la lata con sus proyectos. Eternos habitantes de la noche
oaxaqueña, entrañables amigos, necios y locos con el instrumento a cuestas, la
alegría a flor de labios y el mezcal en la garganta.
2
Me pregunta Estefanía sobre el papel que juega la radio como
medio de difusión para el jazz y aquí pienso que es importante hacer una
diferenciación. En términos generales este papel es fundamental, ya que la
radio sigue siendo un medio de alta penetración social. Sin embargo, en los
escenarios de la sociedad mexicana actual su papel es absolutamente marginal.
Quienes hacemos difusión del jazz en radio nos topamos con muchísimos
obstáculos, algunos de los cuales parten de las propias direcciones de los
medios, que no tienen la visión acerca de la importancia de generar contenidos
de calidad para el público radioescucha. En la provincia muchos de los difusores
del jazz no reciben ningún pago por su trabajo, quedando supeditados a una
función de simples “colaboradores” sin ningún derecho laboral. Afortunadamente
esto está cambiando poco a poco, gracias al tesón y la necedad de los propios
difusores. También es cierto que de nuestro lado falta mucho por hacer,
comenzando por una mejor profesionalización de la tarea diaria. Es imperativo
pasar de ser simples aficionados o entusiastas del jazz que ponen discos a
realizar una verdadera labor de periodismo musical que permita una difusión más
asertiva de la rica y compleja cultura del jazz a nivel global, además de
atender a lo que sucede con el Jazz en México.
En el año 2005 nos reunimos en la ciudad de Xalapa, Veracruz
44 difusores del jazz que laboraban en radio, prensa escrita y televisión. Aún
no explotaba el boom de los portales en línea, que hoy en día han cobrado una
importancia capital para la difusión del género, frente a la cerrazón de muchos
medios tradicionales. La página www.bobspots.com
que impulsa Estefanía Romero es un buen ejemplo de ello. Sin un seguimiento
real de nuestra labor yo me pregunto, ¿cuántos difusores del jazz existen en
México, que hacen una labor profesional y son remunerados económicamente por
ello? Ojalá sean los más. Pese a las adversidades la labor del difusor del
jazz va ocupando poco a poco el lugar
que le corresponde, ganándose el respeto y el reconocimiento de instituciones,
promotores, músicos y público en general. Una buena muestra de esta labor lo es
también el libro Atlas del Jazz en México,
que muestra 63 experiencias históricas vividas en los 32 estados del país[3].
3
Ante la pregunta: ¿Que te llevó a ser un periodista de jazz? Tengo que acudir a mis recuerdos más remotos. Mi padre fue fotógrafo y periodista gráfico, además de colaborador en la radio, así que algo me viene de herencia. Algunas veces, siendo muy pequeño, lo acompañé a alguna transmisión nocturna en las instalaciones de XEOA, Radio Oaxaca, una emisora fundada en 1956 que tuvo sus instalaciones en la calle de Macedonio Alcalá y que contaba con un inmenso teatro estudio desde donde se transmitían programas de aficionados y variedades. En esas visitas quedé fascinado por las enormes consolas, los micrófonos bruñidos y relucientes, las luces de colores, los cables, las cintas de carrete y sobre todo la magia de las voces que hablaban para miles de personas y ejercían una suerte de magia que a mi se me figuraba misteriosa y poderosísima. A los 15 años comencé a armar espacios juveniles en periódicos locales. Más tarde me dediqué de lleno al periodismo, como reportero, fotógrafo y coordinador de suplementos. En 1994 surgió la oportunidad de realizar mi primer programa para la XEUBJ, Radio Universidad y el embrujo de la infancia volvió a surgir. Seguí escribiendo esporádicamente en medios impresos pero me dediqué de lleno a la radio. En 1996 llevé a las instalaciones de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión un proyectito para hacer mi primer programa de jazz. La CORTV la dirigía en aquel entonces el ingeniero Héctor Parker y la radio estaba a cargo de Estela Jurado. Con infinita paciencia escucharon mi cinta demo y acordaron contratarme para hacer ese primer programa que tenía un título horrible: Jazztuvo. Fueron 26 programas que realicé de esa serie. Al concluirla trabajé en la realización de un programa sobre poetas oaxaqueños llamado Taller que tuvo dos temporadas (la segunda dedicada a poetas latinoamericanos). En 1999 comencé con A todo Jazz y en 2002 eché a andar un programa diario (de lunes a viernes) llamado Noches de Jazz, de una hora de duración. A la par de éste realizaba un programa dominical llamado El Sexto Continente.

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¿Cómo vas a celebrar tu emisión número mil? me inquiere
Estefanía y yo nomás suspiro. Ante el panorama de precariedad reinante no podré
hacer ninguna celebración especial. Ni playera conmemorativa, ni cd de regalo
ni concierto de aniversario… Voy a subir una pequeña selección musical al
dropbox para obsequiarla a quien esté interesado y de hecho el contenido del
programa mil tampoco ha de ser muy especial, tan sólo mostrar algunas
grabaciones históricas del jazz en Oaxaca y sobre todo agradecer al público
radioescucha que ha crecido conmigo no sólo en estas mil emisiones, sino a lo
largo de 21 años de labor periodística en los terrenos del jazz. Desde el
primer programa que realicé en 1996 siempre tuve claro que el objetivo era y
sigue siendo la formación de públicos. Mi trabajo periodístico no le habla al
aficionado al jazz, le habla a todo aquel que quiera conocer el mundo del jazz
y sus contextos. Creo que algo se ha logrado cuando recibo mensajes y
comentarios de gente que escucha mis programas; alguna vez se me ha acercado
algún músico para decirme que descubrió los vastos horizontes del jazz
sintonizando la radio. Esto me hace sentir contento y con muchas ganas de
seguir adelante.
Así que por lo pronto me encasqueto un gorrito de fiesta,
soplo una espantasuegras, arrojo confeti y celebro estas mil emisiones
brindando con los músicos y sus escuchas, los verdaderos protagonistas de esta
historia.
[2] El Sexto Continente
se transmite cada martes y jueves a las 22 horas por Global 96.9 FM, emisora de
la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión. Además se retransmite los
domingos en Universo Radio 94.9 FM, emisora de la Universidad de Colima y una
vez al mes por Radio BUAP, 96.9 FM, emisora de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla.
[3] Atlas del Jazz en
México. Antonio Malacara Palacios, compilador. Secretaría de Cultura. 2016
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