En el segundo de los dos programas dedicados a la obra del
recientemente fallecido Tomasz Stanko nos enfocamos en presentar el disco más
reciente -y a la postre el último- que el trompetista polaco grabó para la
discográfica ECM, titulado December Avenue. Completaremos la
escucha con el increíble álbum que en 2009 lanzó el maestro con un cuarteto
integrado por dos finlandeses y dos daneses y titulado Dark Eyes.
Para completar el acercamiento al maestro les dejo la nota publicada por el crítico español Yahvé M. de la Cavada.
MUERE TOMASZ
STAŃKO, FIGURA FUNDAMENTAL DEL JAZZ EUROPEO
El trompetista
polaco, discípulo del legendario Krzysztof Komeda, fue el músico más prominente
e influyente de la historia del jazz en su país
Yahvé M. de la Cavada
Tomasz Stanko. Jakub Kaminski (EFE)
El trompetista, compositor y arreglista Tomasz Stańko, uno
de los más emblemáticos músicos de la historia del jazz europeo, y sin duda el
más importante de su país, falleció la mañana del 29 de julio a los 76 años en
el área de oncología del hospital del distrito de Ursynów en Varsovia. A
principios de este mismo año le habían diagnosticado un cáncer de pulmón.
A lo largo de su dilatada carrera, Stańko trabajó con
estéticas muy diferentes, aunque siempre fiel a su personal estilo con el
instrumento, tan lírico y profundo como rasposo y afilado. Desde el jazz de
vanguardia en sus primeros años al desarrollo de su Freelectronic —una
mezcla de géneros como jazz, rock y reggae, inspirada en el Miles Davis
eléctrico y en los Prime Time de Ornette Coleman, aunque de
forma más amable y asequible que estos— en los años 80, el trompetista pasó por
diferentes etapas en las que sus composiciones y su instrumento estuvieron
siempre en la élite del jazz europeo. Durante todos estos años, sus
colaboraciones con importantes formaciones europeas no cesaron, participando en
giras con la Globe Unity Orchestra de Alexander Von
Schlippenbach, la orquesta de Graham Collier o la Orchestra Of Two Continentsde
Cecil Taylor.
A partir de los años 90 retomó su relación discográfica con
el sello ECM —en el que ya había publicado el excelente Balladyna en
1976—, grabando joyas como Leosia o Litania junto
al pianista sueco Bobo Stenson, e inaugurando una etapa de madurez marcada por
la búsqueda de la excelencia en el sonido, la deconstrucción impresionista, un
estilo personal, ajeno a cualquier tendencia que no fuese su propia música, y
el apadrinamiento de jóvenes talentos en sus grupos regulares. Tras una década
junto al trío de su compatriota Marcin Wasilewski, Stańko formó un nuevo grupo
junto a los daneses Jakob Bro y Anders Christensen y el finlandés Alexi
Tuomarila y, a principios de la presente década, formó un “cuarteto americano”
junto a David Virelles, Thomas Morgan y Gerald Cleaver, despachando más de
media docena de álbumes estupendos con todas estas formaciones.
Stańko dio muestras de su enorme talento desde el principio
de su carrera, destacando en la escena de su país de forma meteórica. A
principios de los 60 formó el grupo Jazz Darings junto a Adam
Makowicz, con el que actuaron asiduamente y ganaron un concurso local de grupos
aficionados en 1962, impactando al legendario crítico y productor Joachim E.
Berendt, que dijo de ellos que eran “el primer grupo europeo en tocar
free-jazz”. Pocos meses después, el trompetista conoció en el club Helion de
Cracovia a Krzysztof Komeda, patriarca del jazz polaco y uno de los más
importantes compositores del siglo XX, que le invitó a tocar con él en 1963,
convirtiéndose desde entonces en el mentor del joven Stańko. En 1965 grabaron
el álbum más importante de la historia del jazz polaco, Astigmatic,
y poco después de la prematura muerte de Komeda el trompetista publicó su
primer disco como líder, Music for K, en recuerdo de su maestro.
Stańko estuvo en activo ininterrumpidamente desde
primeros de los 60 hasta febrero de este año; tenía una gira europea programada
en abril pero tuvo que cancelarla por sus problemas de salud. Entre sus últimos
conciertos, destaca su actuación en el NFM de Wrocław acompañado por el
extraordinario pianista Dominik Wania, la sección rítmica del trío de Marcin
Wasilewski, que tantos años acompañó al trompetista, y la orquesta filarmónica
de NFM. El último disco de estudio que grabó, December Avenue, se
había publicado en marzo de 2017. Su muerte deja huérfano tanto al jazz polaco,
que pierde a su figura más prominente e influyente, como a la música
improvisada en Europa.
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