MI COLUMNA DE ESTA SEMANA

SONORA PARED
HILARIO Y MICKY

Desde que el periodista Antonio Malacara escribió en su columna del diario La Jornada sobre la desaparición del músico Hilario Sánchez el año pasado, poco o casi nada se ha sabido del paradero de este maestro del piano, la trompeta y la marimba que, así, sin más, un día de enero de 2008 salió del hotel Posada Real de San Cristobal de las Casas, donde vivía y trabajaba, y ya no volvió. Ahora, con la transmisión del documental Hilario Sánchez, músico desaparecido, de Roberto Bolado y producido por Canal 22, nuevas luces se arrojan a este caso trágico para la familia del músico y lamentable para la comunidad artística de México.

Pero, ¿quién es Hilario Sánchez?

El maestro Hilario Sánchez del Carpio nació en 1939 en una pequeña comunidad de Chiapas. Desarrolló sus inquietudes musicales desde muy joven, siendo la marimba su instrumento principal aunque después se convirtió en un experto tocando e el piano y la trompeta. En 1957 se trasladó a la ciudad de México donde tocó con diversos proyectos. A principios de la década siguiente le surge una oportunidad para irse a Europa y ese viaje le cambia la vida. Comienza a tocar más el piano y a interesarse por el jazz y se anima a entrar a las primeras jam sessions con músicos franceses de gran nivel. En Paris conoce a la que será su esposa y compañera de toda la vida: Michelin Chantin. A partir de entonces Hilario no será más Hilario; su vida girará en torno a Hilario y Micky, pareja sentimental, dueto artístico, empresa familiar. Comienzan a tocar y viajar por el continente hasta que deciden volver a nuestro país para dedicarse exclusivamente a la música.

La discografía de Hilario y Micky es extensa; si contamos con que el primer disco de Hilario Sánchez, Jazzteca, se editó en 1965, podemos hablar del dueto como uno de los primeros grupos mexicanos en grabar y dejar testimonio de su trabajo. La pareja manejaba un repertorio extenso, desde los standars del songbook americano, pasando por melodías de la chanson francaise y algunos temas vernáculos de nuestro país. Pero lo que verdaderamente destacó de su propuesta fue la musicalización de poetas mexicanos en hermosas melodías entretejidas con las sonoridades pintorescas del piano y la marimba, el color más bien crepuscular de la trompeta y la voz dulce de Michelin.

En 1994 editaron Al oído de las cosas, un primer registro de esta labor. A este disco le siguieron Canción del pozo sin agua (1998), Chiapas Cantabile (2000) Pequeño viaje jazzístico y La vie en rose, ambos del 2002. En todos estos trabajos aparecieron musicalizados grandes poetas como Jaime Sabines, Rosario Castellanos, Oscar Wong, Juan Bañuelos, Oscar Oliva, Elva Macias, Roberto López Moreno, entre otros. Por su parte, Hilario escribió y publicó la obra sinfónica México Mezzo Picante. En vida fue reconocido con el Premio Chiapas y varias distinciones mas.

Conocí a Hilario Y Micky en una de sus constantes visitas al restaurant El Sol y la Luna, a finales de los 80. Tuve la oportunidad de entrevistarlos y convivir con ellos. Hilario era un hombre con una gran cultura musical; de hablar pausado, andaba por la vida siempre soñando música y siempre al lado de Micky, su dama parisina. Eran una pareja maravillosa, enamorada, trabajando con pasión y sin prisas. La última vez que estuvieron en Oaxaca fue a principios del 2000; en esa ocasión ofrecieron un concierto memorable en el teatro Alvaro Carrillo.

En 2005, durante el homenaje a los pioneros del jazz en el Palacio de Bellas Artes, el trabajo de Hilario y Micky fue reconocido con una extensa ovación del público y los músicos. Esa fue la última vez que los vi juntos. En septiembre de 2007, luego de un viaje a Paris, falleció Michelin Chantin. Fue un golpe devastador para Hilario, quien decidió regresar a su natal Chiapas a radicar, quizás para recapitular sobre su vida, quizás para intentar sanar de semejante pérdida. Comenzó a trabajar en el hotel Posada Real de San Cristobal y contactó con una cantante para interpretar el repertorio de toda la vida. Desafortunadamente esa aventura no pudo continuar, Hilario Sánchez desapareció en enero de 2008 y nadie más lo ha visto desde entonces. Entre la versión oficial manejada por los dueños del hotel y las objeciones e inquietudes de la familia del músico, el tema está estancado sin que las autoridades del Estado tomen cartas en el asunto, lo cual es grave tratándose de la desaparición de un músico ampliamente reconocido a nivel internacional.

El cineasta Roberto Bolado, quien desde hace varios años intenta hacer una película sobre el jazz mexicano, realizó un hermoso documental sobre la vida y la obra de Hilario y Micky, remarcando el drama familiar que significa la desaparición del músico. El trabajo es una producción de Canal 22 y fue emitido el pasado lunes 30 de noviembre. Seguramente tendrá retransmisión y vale la pena verlo. Toda la comunidad jazzística del país está pendiente de los acontecimientos y esperando tener pronto noticias sobre el paradero de este referente del jazz nacional.