sábado, 28 de agosto de 2010

MI COLUMNA SEMANAL


SONORA PARED

A JOHN COLTRANE




Se sentaba en el filo del más oscuro fuego

Con el metal ardiendo entre las manos

Las llaves le estallaban en medio de las yemas

La boquilla a unos cuantos milímetros del miedo.


Se echaba a andar sin prisa, desnudo y a mitad del aguacero

Buscaba a tientas los restos de ese sol

Que viaja tras las horas,

Cigarrillo herrumbroso que flota en los espejos.


Tomaba el saxofón, la hedionda caña,

El hervor como lava de otros mundos.


Nadie lo retrató sonriendo; el silencio

Desperdigó los días en que las hojas eran metal y no sonido.

Con la furia enhebrada se asomó la verdad:

John Coltrane era mudo sin remedio.


En la noche terrible de las revelaciones John sonrió;

El milagro alejaba la letanía del miedo.

Un dardo dibujó en el estuco el Nombre Impronunciable.


John Coltrane murió hace mucho tiempo.

Su rostro oval y su pequeña frente aún miran hacia arriba.

El equinoccio de su voz reverbera

Mientras los hombre duermen

En cuartos que se astillan al golpe de la arena.



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