jueves, 3 de enero de 2013

RUSH, IMAGEN EN MOVIMIENTO


Era 1990; yo tenía 20 años y estába enganchado a los sonidos del metal mas extremo: Sepultura, Metallica, Pantera, y seguía disfrutando al clásico Iron Maiden. Por mi caótica fonoteca se paseaban también los discos de Spyro Gyra y Yellowjackets, Jean Michel Jarre, Dire Straits, Soda Stereo y Miguel Ríos. Pronto descubriría a Nirvana y Pearl Jam, a Juan Carlos Baglietto y a Charly García. El mundo a los 20 años es una perpetua cueva de Alí Babá.

En 1990 apareció un disco que tuvo algunas reseñan en las revistas que yo leía por entonces: Conecte y Banda Rockera. Se trataba de Roll The Bones, del grupo canadiense Rush. Todo el mundo hablaba maravillas del álbum, pero a mi no me atrapó ningún comentario y en mis visitas al tianguis del chopo, aunque lo ví en algunos puestos lo desdeñé sin culpas.

Tuvieron que pasar muchos años, casi veinte, para que el sonido de Rush me atrapara. Sucedió mientras charlaba de música con un amigo; de repente, enmedio de la conversación me preguntó: "Y Rush, ¿te late?"



Tuve que decirle que no, y la verdad me dió un poco de pena. A lo largo de los años había escuchado muchos buenos comentarios de esta banda, pero algo sucedía que no podía decidirme a escuchar un disco suyo completo. Un día, mirando el programa de tv That Metal Show escuché una entrevista con Geddy Lee, el bajista, tecladista y cantante del grupo originario de Canadá. Descubrí a un tipo muy inteligente y perspicaz, sencillo y con gran sentido del humor. Así, en una de mis andanzas por Matamoros Street (chequen http://sextocontinentejazz.blogspot.mx/2009/09/mi-columna-semanal.html) adquirí un dvd recopilatorio de la banda en vivo. Cuando volví a Oaxaca me senté a disfrutarlo sin prisas y los tres mosqueteros de Ontario me volaron la cabeza. El resto es historia. Me enganché de inmediato a sus emblemáticos discos "2112" y "Moving Pictures" y poco a poco los he ido redescubriendo, una vez mas sin prisas pero con una pasión creciente.




No citaré la biografía de Rush, tan solo quería compartirles que la vida es sorprendente y milagrosa, que la música es un bálsamo de efectos prolongados. Quería contarles de mis nuevos amigos, tres canadienses locos que hacen alguna de la música más fascinante de occidente y que me acompañan en los comienzos de un años que se antoja promisorio.

Un abrazo para todos y gracias por la complicidad.























No hay comentarios:

Publicar un comentario