He tenido la fortuna de escuchar en vivo al cantautor español Alejandro Sanz, y siempre me ha impresionado la calidad de sus bandas. Todos sus músicos son de altísimo nivel y brillan con luz propia en el escenario. En ese sentido Alejandro jamás se comporta como popstar; su banda siempre tiene un lugar y un respeto; se les nota que son una Band Of Brothers.
Siendo yo percusionista, siempre busqué ver lo que hacía Luisito Dulzaides con su set en las canciones de Alejandro, que se prestan mucho para el juego de la percusión, sea acústica o electrónica. Sin embargo, a partir del disco "Paraiso Express" y en el más reciente "La música no se toca", el formato de la banda cambió hacia un concepto más pop rock. Entonces en las giras Luis y su set gigantesco desaparecieron, y pude ver que la percusión quedaba a cargo del trompetista de la banda, que también tocaba el trombón.
Tompeta. Trombón. Percusión. Una combinación interesante...
El hombre detrás de esos instrumentos se llama Carlos Martín, es valenciano y acaba de editar su disco debut como líder, con la complicidad de grandes colegas. Es el album que les presentamos esta noche, así que prepárense para viajar desde el Mediterraneo a otras latitudes.
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