Con sus obvias diferencias, las obras que les presentamos hoy tienen una raíz común: la inquietud estética de sus creadores por hermanar espiritualidad y música. En primer término la Misa en Jazz compuesta por el mexicano Tino Contreras, que parte de ejercicios musicales formales para desarrollar una suite variada y por momentos dispersa, pero que retrata muy bien una época y un modo de entender el jazz en aquellos años 60 del pasado siglo. Por otro lado, la obra de Chucho Valdéz, Misa Negra, se arraiga profundamente en la tradición polirítmica de los Yorubas, e inserta el lenguaje contemporáneo del jazz en una apuesta musical mucho mejor lograda que la del baterista mexicano.
Les dejamos aquí ambas piezas, con el añadido de escuchar de viva voz al propio Tino Contreras contando cómo fue la génesis de su Misa en Jazz.
Espero que disfruten el programa
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